Rotura de LCA en mujeres, ¿Por qué tienen más probabilidad de  sufrirla?

rotura LCA en mujeres- tafad madrid

En diferentes estudios realizados, se ha comprobado que las mujeres sufren más lesiones de rodilla que los hombres, siendo la tasa de rotura de ligamento cruzado anterior (LCA) de tres a ocho veces mayor en mujeres que en hombres, ¿sabrías explicar por qué?

¿Qué es el LCA?

El ligamento cruzado anterior está formado por fibras de colágeno y estructuras neurales fusiformes consistentes por un único axón. Su inserción se localiza en la parte posterior de la cara medial del cóndilo externo del fémur, su dirección es oblicua hacia abajo y hacia adelante y levemente hacia dentro para insertarse en la zona anterior del espacio intercondíleo de la tibia, por delante de la eminencia intercondílea, quedando insertado de forma alineada con la inserción del cuerno anterior del menisco lateral y es posterior a la inserción del cuerno anterior del menisco medial.

Es importante destacar que podemos encontrar diferencias entre el LCA del género masculino y femenino, teniendo un volumen menor y una sección transversal más pequeña el LCA en las mujeres respecto a los hombres. Su función es que la rodilla no se desplace hacia delante, es decir, evita la anteriorización de la tibia, tiene la función secundaria como estabilizador en el valgo colaborando con el ligamento medial.

¿Cuál es el mecanismo lesional del LCA?

Mecánicamente, las lesiones de LCA se producen cuando el ligamento sufre fuerzas de tracción excesivas en determinadas acciones. Uno de los mecanismos más frecuentes en la producción de la rotura del LCA es la rotación del fémur sobre la tibia fija (pie apoyado) durante un movimiento de valgo excesivo o una situación de pivote.
Otro mecanismo habitual es la hiperextensión de la rodilla de forma aislada o en combinación con una rotación interna de la tibia. Tras las recientes revisiones se ha detectado un tercer mecanismo de lesión: flexión forzada de la rodilla. Las acciones de no contacto, es decir, cuando la deportista no recibe ningún impacto como frenar, cambiar de dirección, desacelerar, etc. son el mecanismo de lesión con un mayor índice lesional. Por último, es imprescindible conocer que el hecho de haber padecido una lesión de LCA, tiene una probabilidad de volverse a producirse de hasta un 30% en los primeros meses si no se reducen  los factores modificables.

¿Por qué las mujeres tienen más probabilidad de sufrirla?

En cualquier lesión no se puede identificar un único factor lesional, sino que estas son multifactoriales. Por lo tanto, vamos a describir tres factores que nos ayudarán a entender por qué las mujeres son más propensas a sufrir la rotura de este ligamento.

  1. Factor anatómico
    Un factor clave a destacar en la prevención de lesiones con mujeres es la menor producción de fuerza en isquiotibiales en comparación con el cuádriceps. Además, de tardar más tiempo en producir la fuerza máxima en esta musculatura, lo cual produce un retraso y una menor fuerza de estabilización.
    Además, durante los esfuerzos en flexión de rodilla el músculo cuádriceps presenta mayor activación muscular mientras que la musculatura isquiotibial se relaja. Esto provoca que, en acciones específicas de deportes colectivos como el fútbol, como la caída a un apoyo o un cambio de dirección en situaciones de fatiga, se produzca una disminución de la flexión de la cadera y un incremento de la rotación interna de la misma, lo que desencadena un mayor del valgo de rodilla y una rotación externa de la tibia, que provoca una menor estabilidad de la articulación.
  2.  Factor biomecánico
    Es importante destacar la mayor anchura de la pelvis y la mayor angulación del fémur. El ángulo Q es el resultante entre el eje del cuádriceps y el tendón rotuliano y está comprendido entre los 8° y 17° dependiendo del sexo. Esta mayor angulación en mujeres produce un incremento del riesgo de lesión debido a que la pelvis más ancha de las mujeres hace que se necesite un mayor valgo de rodilla para reestablecer los ejes mecánicos a través de la cadena cadera-rodilla-tobillo.
    En consecuencia, las mujeres que posean una pelvis con una anchura media o superior estarán en riesgo de sufrir problemas de rodilla en deportes que exijan saltar, correr o llevar a cabo cambios de dirección y velocidad bruscos, tales como el fútbol o el baloncesto.
  3. Factores hormonales
    Los cambios hormonales se han implicado a menudo en la ecuación de riesgo de lesión de LCA porque tienen el potencial de afectar el metabolismo del colágeno, la remodelación del ligamento y la integridad de su estructura, por lo que se encuentra una relación entre la lesión de LCA y las diferentes fases del ciclo menstrual.
    Numerosos estudios comprobaron que la laxitud del LCA es hormona-dependiente, siendo mayor con el aumento de la concentración de estradiol, la cual se produce en la fase ovulatoria.
    En resumen, las mujeres tienen una mayor probabilidad de sufrir una rotura de LCA debido a:
    1. presentan un desequilibrio de fuerzas entre isquiotibiales y cuádriceps.
    2. su ángulo Q es mayor lo que produce un incremento del valgo y una menor estabilidad de rodilla.
    3. porque los cambios hormonales afectan a la laxitud de los ligamentos teniendo por consecuencia un mayor riesgo de lesión.

Ahora que ya sabes los factores de riesgo de rotura de LCA en mujeres ¿sabrías como intentar prevenirla?

PROFESORA: Claudia Fernández Cobo.

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