Cuando empiezas a enseñar a un niño a nadar, puede resultar desalentador, pero cuanta más técnica conozcas, más fácil te resultará. El niño empezará a preocuparse menos de mantenerse a flote en el agua y, en cambio, coordinar su cuerpo, mantener una velocidad y hacerlo todo sin lesionarte.
Saber cómo realizar las principales brazadas, cómo respirar correctamente y cómo estar seguro en el agua garantiza que los niños disfruten de la experiencia. En este post te mostramos cómo enseñar a un niño a nadar.
Importancia de mejorar la técnica de nado
Pocos dirían que disfrutan más aprendiendo a montar en bici cuando se caen que cuando se quedan. Lo mismo puede decirse de la natación. Chapotear en el agua es divertido, pero trabajar la técnica puede ser un reto.
Una buena técnica puede hacer que nadar sea mucho más divertido, y permitirá a tu hijo:
- nadar más rápido con la técnica adecuada
- evitar el riesgo de tensiones y lesiones musculares
- aprender a respirar correctamente durante la natación, y así nadar con más eficacia, mantener el ritmo y no quedarse sin aliento
- utilizar correctamente los músculos y aprovechar los beneficios que ofrece la natación para su forma física
Principales consejos para mejorar la técnica de natación
Una buena respiración facilita la natación
Muchos niños aguantan la respiración cuando nadan, lo que hace que se cansen fácilmente. Hacer respiraciones regulares que se coordinen con las brazadas es esencial para mantenerse relajado en la piscina y no esforzarse en exceso.
También es importante evitar respirar en exceso (tomar más aire del necesario para cada brazada) expirar cuando la cabeza esté en el agua, e inspirar cuando esté fuera del agua. Suena obvio, pero no siempre resulta natural para los nadadores noveles, y a menudo tragan agua.
Una forma estupenda de practicar la técnica respiratoria en la piscina es permanecer inmóvil y practicar las brazadas y la respiración sin la presión de nadar una vuelta. Luego, añade nadar distancias cortas con la respiración correcta a medida que adquieras más confianza.
Mira hacia abajo
Cuando practiques el estilo libre, mira hacia abajo en lugar de hacia delante. Cuando miras hacia delante, la cabeza está levantada y las caderas se hunden más que el resto del cuerpo. Cuando las caderas caen, tienes que patalear aún más fuerte para mantenerte a flote y avanzar, y te cansarás.
No levantes la cabeza para respirar
Por la misma razón que cuando miras hacia abajo en vez de hacia delante, al hacer estilo libre no debes levantar la cabeza para respirar, ya que, de nuevo, tus caderas caerán. En su lugar, gira hacia un lado con la brazada y levanta ligeramente la boca fuera del agua. Esto requerirá mucha práctica, porque tampoco querrás girar demasiado el cuerpo, ya que acabarás dando bandazos de un lado a otro, y eso es un derroche de energía.
Pide consejo
El profesor de natación de tu hijo está ahí por una razón, así que sácale toda la información que puedas. Pueden observar fácilmente la brazada de tu hijo y saber exactamente qué está causando problemas, y te aconsejarán para corregir la técnica.
La práctica hace al maestro
La destreza en la natación no se adquiere fácilmente. Sólo con mucha concentración y práctica las cosas encajan. Cuanto más tiempo pases en la piscina trabajando las brazadas de natación, mejores serán esas brazadas.
Una forma estupenda de practicar la natación de forma breve y concentrada es participar en un programa intensivo de natación. Los programas de natación en vacaciones escolares suelen ser la forma más adecuada para que las familias lleven a sus hijos a la piscina en un formato condensado como éste.
¿Cómo dar clases de natación para niños?
Si quieres convertirte en monitor de natación para niños, te recomendamos que te formes con el Grado Superior de TSEAS. Se trata de un programa que te enseñará todo lo que necesitas saber para impartir clases de natación y garantizar que tus alumnos sepan nadar bien en cualquier situación. El programa también te preparará para los exámenes de certificación necesarios para enseñar a niños.
