Se entiende por Calentamiento a la preparación del cuerpo para una actividad de mayor esfuerzo, el cual se compone de ejercicios que permiten obtener un estado óptimo de preparación psicofísica y motriz. (Grosser,1977).
Respecto al tratamiento científico con la que ha sido tratada la cuestión, debemos destacar trabajo realizado por Inger y Stromme (1979), en la que intentaban acercarse a conocer los efectos del calentamiento activo, pasivo o la ausencia de éste.
Sus conclusiones aclararon que el calentamiento es indispensable sí queremos minimizar el riesgo de lesión, y producir mejoras en el plano mecánico y psicológico, siendo las actividades o tareas a incluir en el calentamiento dependientes de la actividad a realizar y del individuo.
Además, entre los objetivos de éste, destacamos el aumento de 1 ó 2 grados sobre la temperatura corporal, siendo un ligero enrojecimiento de la piel uno de los mejores y más prácticos indicadores de la correcta temperatura.
A su vez, debemos tener en cuenta que no debe aparecer la fatiga en el período de calentamiento y que los beneficios del calentamiento se pierden entre 5 y 45 minutos después. (Fernández García, J.C.. (2001).
De este modo, el calentamiento no solo ayuda a mejorar el rendimiento y minimizar el riesgo de lesión de una sesión en concreto, también tiene implicaciones a largo plazo en nuestro día a día.
Por ello, no podemos entenderlo con el único objetivo de una correcta “entrada en calor”, sino que en realidad contribuye a la demanda total de movimiento de nuestro deportista.
Vamos a verlo de manera práctica:
– Si calentamos 10 min en cada sesión (redondeo a la baja) y entrenamos 3 días a la semana.
– Tenemos 30 min de calentamiento a la semana o lo que es igual, 2 horas de calentamiento al mes y 24 horas de calentamiento al año.
– Por lo tanto, 24 horas al año tenemos para mejorar nuestras bases, movernos mejor y tener un mayor rendimiento en nuestras sesiones de entrenamiento, al mismo tiempo que mejoramos nuestro bienestar diario.
¡TÚ DECIDES, NO MALGASTES TU TIEMPO!
PROFESOR: Raúl Cedenilla Rodriguez